Los mamíferos son una clase de vertebrados de sangre caliente. Tienen pelo y mamas, que segregan la leche que alimenta a las crías. Son vivíparos, es decir el embrión crece y madura en el vientre de la hembra. El grado de madurez de la cría al nacer diferencia tres subclases (monotremas, placentarios y marsupiales).
Los placentarios se alimentan en el útero materno a través de la placenta. Las crías nacen vivas y no tardan mucho en valerse por sí mismos. Aunque la mayoría de los placentarios son difíciles de ver durante el día, los coipos y los cuises son la excepción.
Los marsupiales, en cambio, no tienen una verdadera placenta, por lo tanto el embrión debe procurarse alimento por otra vía. Al salir del útero presentan un crecimiento dispar.
Patas traseras y partes faciales más desarrolladas que el resto del cuerpo. Con las patas treparán hasta el pezón al que se prenderán hasta completar el desarrollo.

Los anfibios son un grupo de vertebrados de sangre fría. Sufren una metamorfosis durante su ciclo de vida de larva a adulto en la que pasan del medio acuático (respiran con agallas como los peces) a la vida principalmente terrestre (respiración pulmonar). Hibernan durante el invierno.
Son considerados indicadores ecológicos. La presencia de anfibios en un área indica la ausencia de agentes contaminantes.
En el sitio hay registro fotográfico de solo uno de los órdenes: Anura (sapos y ranas).
Principales diferencias entre ranas y sapos para su identificación.
Las ranas tienen piel más lisa y extremidades posteriores más largas adaptadas para el salto.
Los sapos son corpulentos. Tienen piel rugosa y extremidades posteriores cortas para caminar, no saltar.

Las tortugas pertenecen al orden de los reptiles: Se caracterizan por tener un escudo protector que deja ver solo la cabeza, patas y cola mediante dos aberturas: anterior y posterior. En caso de amenaza estas partes también pueden desaparecer en su interior. El escudo consiste de dos placas (caparazón y plastrón, superior e inferior respectivamente) unidas a los costados por estructuras óseas.
Las tortugas se clasifican según el modo en que guardan la cabeza. Las pleurodiras doblan el largo cuello en forma lateral quedando éste y la cabeza semiescondidos entre el caparazón y el plastrón. Se las encuentra sólo en el Hemisferio Sur.
Las criptodiras retraen la cabeza dentro del caparazón replegando las vértebras del cuello formando una S en el interior del mismo. Ambos grupos están representados en Costanera.
Las cuatro especies documentadas (tres nativas y una exótica) viven en las lagunas. Dedos palmeados, patas más bien aplanadas y un caparazón hidrodinámico son las adaptaciones para la vida acuática. A pesar de que pasan la mayor parte del tiempo en el agua, las tortugas ponen los huevos en tierra. Las hembras cavan un pozo donde los entierran y los dejan sin ningún tipo de cuidado.

Se denominan así por tener su cuerpo cubierto de escamas córneas. Se dividen en tres subórdenes fisonómicamente distintos entre sí: lagartos, anfisbénidos y serpientes. Todos están representados en Costanera.

Los lagartos tienen cuatro patas cortas adaptadas para la locomoción. Cola larga de la que pueden desprenderse como mecanismo de defensa. La boca no se dilata. Tienen párpados móviles.

Las serpientes no tienen extremidades por lo tanto reptan. Presentan tronco y cola alargados. Las mandíbulas están unidas por ligamentos que permiten que se dilaten pudiendo tragar piezas superiores a su diámetro. No tienen párpados móviles; uno fijo y transparente recubre el globo ocular.
Las serpientes pueden ser ponzoñosas (víboras) o no ponzoñosas (culebras). Poder distinguirlas es una ayuda al momento de toparse con ellas. Hay ciertos rasgos que nos ayudan a diferenciarlas si bien no son infalibles.
a) las culebras tienen la cabeza recubierta de escamas grandes. Las víboras, de pequeñas.
b) las culebras tienen ojos grandes y con pupilas redondas. Las víboras tienen ojos más pequeños y con pupilas elípticas como la de gato.
c) las culebras tienen cabeza redondeada. Las víboras, en forma de flecha.

Para identificar una serpiente una foto de la cabeza es muy necesaria. Esto se debe a que en una gran cantidad de especies, los caracteres determinantes se encuentran ahí, a saber, manchas en las escamas supra o infralabiales, tamaño del ojo, protuberancias en la zona del hocico o depresiones del cuello. manchas en la escamas parietales, etc. El conteo y consideración de las escamas de la cabeza es algo que se usa solo para diferenciar especimenes muy similares, y muchas veces es difícil con fotografías. Además de una foto del cuello, una foto del dorso sirve para identificar el patrón. Usualmente los patrones son uniformes en todo el dorso, por lo cual una foto de mitad de cuerpo sirve. Igualmente una foto de cuerpo entero funciona.

Los anfisbénidos están adaptados a la vida subterránea. Tienen cuerpo cilíndrico y en general carecen de patas. Las escamas forman anillos alrededor del cuerpo. Se mueven en forma de acordeón y pueden hacerlo en ambos sentidos hacia adelante y atrás indistintamente. Sus ojos están atrofiados. Prácticamente es indistinguible la porción terminal de la cabeza.