El higuerón es originario de Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina encontrándonos en su distribución más austral. Es un árbol de gran porte alcanzando los 15 metros y es apreciado por su sombra. Su corteza es poco rugosa. Su látex, hojas y frutos tienen usos medicinales y con los frutos también se preparan mermeladas.

Su nombre común alude a su semejanza con la higuera común por el tipo de fruto, un sicono que es polinizado, en el caso del higuerón, solo por la avispa Blastophaga cabrerae. También recibe otras denominaciones como matapalo o agarrapalo por su hábito estrangulador.

Las semillas son dispersadas por aves y germinan en cualquier resquicio en paredes o copas o troncos de árboles donde se acumule tierra. Al principio se desarrolla como una epífita utilizando al medio como soporte. Los tallos crecen hacia arriba en busca de sol y las raíces avanzan hacia abajo hasta llegar al suelo, se engrosan y se sueldan formando un pseudotronco que envuelve a la superficie. El verdadero tronco con hojas crece sobre el soporte, restándole, en caso de ser una planta, luz y debilitándola hasta su muerte.