Desde hace unos años en el Canal Viamonte anida el hocó colorado. Con metros de diferencia de un año al otro arman una plataforma de palos sobre una rama que se extiende sobre el Canal. La tarea la llevan a cabo los dos adultos aportando ramas que entrecruzan para formar el nido. Incuban los dos adultos y también comparten la crianza. Si bien la foto es del 3 de agosto, Diego Bastías ya había encontrado el nido unos días antes.

Como la incubación es de más de un mes y como no tenemos la fecha de comienzo ya para fines de agosto estábamos atentos. Cuando nos acercamos el 31 de agosto el adulto no estaba aplastado como de costumbre, lo que nos hizo sospechar que ya podría haber nacido algún hococito. Es común que los mantengan abrigados durante los primeros días.

¡Dos hermosos pompones blancos a la vista! Se aprecia una diferencia de tamaño entre ellos. Los hocoes ponen hasta tres huevos con días de diferencia. Sin embargo, comienzan a incubar una vez se pone el primero. Y ese primero nacerá antes y esos días de ventaja lo favorecerán en épocas de poco alimento. Se hará valer con mayor fortaleza que sus hermanos

Ese sábado no los pudimos ver. Hacía frío.

A través del plumón se trasluce ya el plumaje barrado. A las 3 y media los volvió a tapar

A las 9 y algo cuando pasamos todavía seguían remoloneando en el nido. Solo un rato después, el adulto se retira a una rama al costado para hacerles espacio en el nido

El plumaje barrado se ve cada vez mejor y el pico creció en forma considerable. Los hococitos hacen sus necesidades fuera del nido. Se acercan al borde y expulsan la materia fecal.

Los chicos van creciendo y el nido va quedando chico. El adulto se mueve con mucho cuidado para cubrirlos

Los hocoes alimentan a sus crías con peces, anfibios, víboras como es en este caso, una culebra de los esteros Helicops infrataeniatus.

En esta otra escena de alimentación la pieza es un pez.

Las hococitos muerden el pico del adulto para que regurgite la comida. Parece que la pieza era demasiado grande y el adulto volvió a tragarla. La digiere en piezas más asequibles para los hococitos

Comenzó una nueva etapa para el mayor. Salió del nido a una rama cercana. Comienza a conocer otro mundo circundante. El más pequeño, en cambio, permanece en el nido

(Foto izquierda) Cuenta Sally que el ave había salido del nido recién, estaba aleteando y saltando de una rama a otra, bastante torpe por cierto.

La última etapa para cerrar el ciclo. Largarse a volar. Habrá sido la primera vez?

La última vez que vimos al mayor en el nido. Sin embargo, el más pequeño permaneció unos días más.

Ahora sí el nido está vacío. No queda nadie a la vista. Sin embargo, la novedad es que apenas unos metros de iniciado este camino encontramos otro nido de hocó activo. Liliana lo descubrió el 9 de noviembre. Serán los mismos padres?