Por lo tanto cuando esta acción tan vital para el bienestar de un ave es realizada a otra debe implicar un interés más allá de la función estrictamente sanitaria. Quitar los parásitos de aquellos lugares inaccesibles para el compañero/a es preocuparse por el bienestar de él o ella.
En una pareja monógoma y de hábitos no gregarios los lazos se reafirman entre dos. Acicalar es renovar el compromiso. Se manifiesta en el cortejo como parte de la seducción. Acicalar es seducir. En la vida diaria como bienestar del otro. Acicalar es cuidar.
Pero en aves gregarias que viven en bandada el acicalamiento alcanza otras dimensiones y tiene otras motivaciones. La actividad no se realiza en el aislamiento de la pareja. No es una relación uno a uno, sino que se amplía a todos los integrantes del grupo, donde es trasmitida, compartida y convalidada. Las tres aves referidas aquí son pirincho, tordo músico y sirirí pampa, las tres viven en bandadas con una estructura social con reglas de convivencia, que son reafirmadas a través del acicalamiento. En todos los casos un ave acicala a otra, salvo en el caso del sirirí, donde hay reciprocidad.
En estas escenas de acicalamiento vemos que no todo es lo mismo.
A acicala a B sin que B lo pida
Uno da y el otro recibe sin haberlo pedido. Seguramente este caso contiene mucho del acicalamiento sanitario. Es el típico caso de acicalamiento padre a hijo. Pero también es la primera instancia donde comienza el traspaso de una conducta
Foto: Un pirincho acicalado por un adulto. Las áreas acicaladas son la zona del cuello y la cabeza, lugar inaccesible para el pirinchito.
A pide ser acicalado por B
El pedido se manifiesta con el interesado agachándose y estirando el cuello para ser acicalado, un comportamiento sumiso.
Esta postura puede tener dos lecturas: a) que el acicalado adopte la postura de sumiso y sea sumiso. Se la interpreta como una posición de apaciguamiento o de invitación para ser tolerado o aceptado o incluido o
b) que el acicalado adopte la postura de sumiso, pero en verdad sea el dominante, quien domina la voluntad del otro y fuerza la situación. En estos casos se ha visto que la acción comienza con este comportamiento sumiso, pero luego cambia a dominante, elevando el pico.
El acicalamiento actúa como un mecanismo que convalida las relaciones sociales y las mantiene aceitadas. Acicalar es dominar o someterse.
Foto: Aquí tenemos dos tordos músico. Uno pide el otro recibe. El de la rama superior acicala y el acicalado o recipiente se encuentra en una rama por debajo. Tenderíamos a pensar que el que domina la situación es el de la rama superior por una simple apreciación espacial. Sin embargo el acicalado parece que es el que indica dónde hay que acicalar cambiándose de posición.
Como no tenemos todo el contexto es difícil saber cuánto agrega de dominancia o subordinación a la limpieza de parásitos. Pero a través del acicalamiento en cualquiera de las dos instancias reafirman su escala jerárquica.
Foto: El recipiente es acicalado por dos individuos. Al pirincho acicalado se lo ve altivo con su cresta toda elevada. Parece el dominante. Lamentablemente no sabemos cómo se llega a esta situación.
A acicala a B y B responde automáticamente a A
El acicalamiento en este ejemplo es mutuo. Uno acicala al otro y éste devuelve el gesto, también acicalando. Aquí los dos individuos se involucran en la acción, a diferencia de las anteriores, donde un individuo actuaba y el otro permanecía pasivo.
Los siriríes pampa tienen una especial afición por esta actividad. Uno busca el cuello del compañero y éste contesta automáticamente rascándole la cabeza. "Quedan enroscados". No hay un pedido explícito como en los casos anteriores. Puede que sea muy sutil y que no lo percibamos. Hay, sí, una respuesta inmediata que es contestar con la misma moneda. Esta reciprocidad instantánea le quitaría la connotación de la subordinación o la dominancia.
Adultos y jóvenes se enfrascan en esta tarea y parecen disfrutarla.
Es este comportamiento más allá de reafirmar lazos una búsqueda personal de placer? Acicalar es placer.
Hasta aquí siempre nos hemos referido al acicalamiento entre aves de una misma especie. Hay casos reportados (ninguno en Costanera) de acicalamiento entre individuos de distintas especies. El caso específico que se registró y estudió fue entre jotes y caranchos, no los caranchos del sur sino los del norte, que son muy similares. Los autores consideran que el acicalamiento mantiene vigente una asociación social. Surge de un beneficio mutuo por la habilidad del jote para oler la presa (que el carancho carece) y en consecuencia le asegura comida y la habilidad del carancho de vocalizar (que el jote carece) y, en consecuencia, los alerta de los peligros. Es a través del acicalamiento que se mantendría la coexistencia social. En el acto del acicalamiento recipiente y acicalador renuevan el pacto de seguir cazando juntos. Acicalar es negociar.
El acicalamiento es una actividad vital para un ave y agrega otras motivaciones cuando es dirigida hacia otra ave. Como regla general es un mecanismo que mantiene la cohesión del grupo reafirmando los vínculos, ya sea en una pareja, entre los congéneres de una comunidad o como en el último caso en un grupo interespecifico.