Muchos visitantes tienen la mala costumbre de tirarles pan a las aves. Las aves ya acostumbradas se amontonan y se pelean por recibir un pedazo. Son varios los habitués: patos picazo, gallaretas de todo tipo, pollonas negra. La escena que nos cuenta Carlos es sobre las gaviotas capucho café que descendían para robarles los pedazos grandes de pan que capturaban los patos picazo. Robar la presa conseguida por otro es un hábito muy frecuente de las gaviotas. En el incidente el picazo macho intentaba tragarse el pedazo y no podía. La gaviota insistió tanto que se cansó y le pegó un picotazo en el lomo y ahí aflojó el pan. Si bien en estas fotos no está la prueba del delito de lesiones leves, se nota el acoso y las maniobras elusivas del picazo.